Cómo vivir una vida más simple y feliz

Hay un término que ha tomado bastante importancia en los últimos años, y es el “Slow Living”.

El Slow Living se refiere a un estilo de vida que se enfoca en la simplicidad, o hacer las cosas cotidianas de una manera más lenta. Se trata de ser más conscientes e intencionales en cada cosa que pensamos y hacemos, y esto nos permite estar presentes en cada momento de nuestra vida.

En un mundo donde todo va cada vez más deprisa y donde se exalta estar ocupados todo el tiempo —llamándolo productividad o incluso éxito—, vivir de manera lenta y consciente nos ayuda a enfocarnos y tomar tiempo para hacer lo que realmente importa y nos aporta valor.

Comencé a descubrir el Slow Living hace un tiempo, una vez que experimenté adormecimiento en una parte de mi cabeza por causa del estrés. Me di cuenta que necesitaba ir más despacio, que nada de lo que tenía que hacer era más importante que mi salud.

Desde que practico una forma de vivir más lenta y consciente, tengo mucha más calma y puedo disfrutar más de los pequeños detalles de la vida. Tengo mayor gratitud y contentamiento.

Hoy quiero darte cuatro tips que me han servido mucho para vivir una vida más lenta, simple, y feliz:

1. Depura tus espacios

Muchas veces tenemos cosas que no necesitamos, o guardamos cosas que no hemos usado en muchos años pensando en el “por si acaso”. El desorden solo contribuye a una tribulación mental. Saca de tu casa todo aquello que ya no necesitas, seguro hay alguien más que le pueda dar un mejor uso.

2. Haz una cosa a la vez

Creemos que el multitasking, o hacer muchas cosas al mismo tiempo, puede ser más productivo. Pero cuando haces una cosa a la vez puedes tener más orden, enfocarte en tus prioridades, y tener menos estrés o ansiedad.

3. Haz tiempo para hacer lo que disfrutas

Lee un libro, mira una película, recurre a tu hobby favorito, sal a caminar en la naturaleza, pasa tiempo de calidad con tu familia… Haz cualquier cosa que disfrutes y te dé felicidad, pero recuerda hacerlo conscientemente. Deja el teléfono a un lado, no contestes llamadas ni revises tus redes sociales. Recuerda la importancia de estar presente en cada momento.

4. Agradece

Cada mañana antes de iniciar el día, o cada noche antes de dormirte, toma el tiempo para pensar y agradecer por lo que tienes. Cuando agradeces por lo que tienes dejas de enfocarte en lo que piensas que te hace falta. Constantemente nos bombardean con anuncios haciéndonos creer que siempre necesitamos más y más. Evita esto lo más que puedas y piensa cada día que tienes lo necesario para ser feliz.

Espero haberte inspirado a vivir de manera más simple y disfrutar de los pequeños pero grandes detalles que nos ofrece la vida.

Anterior
Anterior

Cómo vestir (realmente) tu tipo de cuerpo

Siguiente
Siguiente

5 Tips para definir tu estilo propio